sábado, 4 de julio de 2020

El carbono almacenado en lagos se ha triplicado debido a la alteración de los ciclos de nutrientes

Un nuevo estudio de la Universidad de Loughborough en Inglaterra ha encontrado que la cantidad de carbono almacenado en lagos se ha triplicado en los últimos 100 años como consecuencia de alteraciones de los ciclos de nutrientes a nivel global debidas a la actividad humana.

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El profesor John Anderson espera que los resultados amplíen nuestros conocimientos del papel que tienen los lagos en el almacenamiento global de carbono. El objetivo del estudio es explicar algunas lagunas en el balance global de carbono. En teoría, la cantidad de carbono que se emite debido a actividades como el uso de combustibles fósiles y la tala de árboles, debería ser equivalente a la cantidad de carbono que absorben los océanos, el suelo y la atmósfera, pero las cifras no cuadran y se considera que parte del balance se desconoce.

Se trata de una cuestión importante para entender el ciclo de carbono, algo que los científicos analizan para predecir el nivel de dióxido de carbono en la atmósfera en el futuro y su efecto invernadero.
Los lagos almacenan carbono en forma de materia orgánica, por ejemplo, a partir de la descomposición de vegetación acuática, que está constituida aproximadamente por un 50% de carbono. La materia orgánica se deposita en el fondo en forma de lodo. También almacenan carbono los océanos y estuarios, pero en menor grado que los lagos en términos relativos.
El equipo de investigadores estudió testigos de sedimento procedentes de 516 lagos naturales de diferentes geografías ─ Reino Unido, Sudamérica, Suecia, Dinamarca y Canadá ─ de diferentes biomas, como la selva, la sabana y la tundra. Calcularon la edad de los sedimentos mediante datación radiométrica (con 210Pb) y calcularon el contenido orgánico del sedimento, utilizando una técnica novedosa para la datación que funciona como corrección de procesos de resuspensión y sedimentación. Esto permitió estandarizar la tasa de entierro de sedimentos para todos los lagos y calcular la cantidad de carbono orgánico enterrado en todos los lagos de una determinada zona.

La tasa de entierro de carbono en lagos ha aumentado de 0.05 PgC al año a 0.12 PgC al año (donde 1 petagramo (Pg) de carbono (C) equivale a 1000 millones de toneladas de carbono, o 3.670 millones de toneladas de CO2) a lo largo de los últimos 100 años. La tasa de entierro se ha triplicado en todos los biomas, y se ha llegado a cuatriplicar en los lagos de pastizales y bosques tropicales, lo que refleja el alto nivel de alteración de los ecosistemas de los trópicos en el siglo XX. Los lagos de biomas boreales contribuyen la mayor proporción de almacenamiento de carbono a nivel global debido a su extensión.
Los investigadores concluyeron que el aumento en el almacenamiento es consecuencia en gran parte de la gran transformación de los usos del suelo en los últimos 100-200 años. También ha contribuido la alteración del ciclo del nitrógeno y de otros nutrientes por la actividad humana. Los fertilizantes agrícolas acaban en ríos y lagos debido a la escorrentía y la erosión del suelo, causando la proliferación de plantas acuáticas, que cuando se descomponen aumentan el carbono enterrado en los lagos.
En el contexto del ciclo de carbono moderno, el almacenamiento de carbono en lagos es un sumidero que compensa las emisiones de CO2 antropogénicas. Su aumento está relacionado con cambios en los usos del suelo y el uso de nutrientes. El profesor Anderson espera continuar estudiando el almacenamiento en lagos del Ártico, que puede aumentar rápidamente en el futuro como consecuencia del deshielo del permafrost; la importancia radica en que gran parte del carbono orgánico del planeta está almacenado en el Ártico.

Fuente: iagua

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