Un nuevo estudio de la Universidad de Loughborough en Inglaterra ha encontrado que la cantidad de carbono almacenado en lagos se ha triplicado en los últimos 100 años como consecuencia de alteraciones de los ciclos de nutrientes a nivel global debidas a la actividad humana.

El profesor John Anderson espera que los resultados amplĆen nuestros conocimientos del papel que tienen los lagos en el almacenamiento global de carbono. El objetivo del estudio es explicar algunas lagunas en el balance global de carbono. En teorĆa, la cantidad de carbono que se emite debido a actividades como el uso de combustibles fósiles y la tala de Ć”rboles, deberĆa ser equivalente a la cantidad de carbono que absorben los ocĆ©anos, el suelo y la atmósfera, pero las cifras no cuadran y se considera que parte del balance se desconoce.
Se trata de una cuestión importante para entender el ciclo de carbono, algo que los cientĆficos analizan para predecir el nivel de dióxido de carbono en la atmósfera en el futuro y su efecto invernadero.
Los lagos almacenan carbono en forma de materia orgÔnica, por ejemplo, a partir de la descomposición de vegetación acuÔtica, que estÔ constituida aproximadamente por un 50% de carbono. La materia orgÔnica se deposita en el fondo en forma de lodo. También almacenan carbono los océanos y estuarios, pero en menor grado que los lagos en términos relativos.
El equipo de investigadores estudió testigos de sedimento procedentes de 516 lagos naturales de diferentes geografĆas ─ Reino Unido, SudamĆ©rica, Suecia, Dinamarca y CanadĆ” ─ de diferentes biomas, como la selva, la sabana y la tundra. Calcularon la edad de los sedimentos mediante datación radiomĆ©trica (con 210Pb) y calcularon el contenido orgĆ”nico del sedimento, utilizando una tĆ©cnica novedosa para la datación que funciona como corrección de procesos de resuspensión y sedimentación. Esto permitió estandarizar la tasa de entierro de sedimentos para todos los lagos y calcular la cantidad de carbono orgĆ”nico enterrado en todos los lagos de una determinada zona.
La tasa de entierro de carbono en lagos ha aumentado de 0.05 PgC al año a 0.12 PgC al año (donde 1 petagramo (Pg) de carbono (C) equivale a 1000 millones de toneladas de carbono, o 3.670 millones de toneladas de CO2) a lo largo de los últimos 100 años. La tasa de entierro se ha triplicado en todos los biomas, y se ha llegado a cuatriplicar en los lagos de pastizales y bosques tropicales, lo que refleja el alto nivel de alteración de los ecosistemas de los trópicos en el siglo XX. Los lagos de biomas boreales contribuyen la mayor proporción de almacenamiento de carbono a nivel global debido a su extensión.
Los investigadores concluyeron que el aumento en el almacenamiento es consecuencia en gran parte de la gran transformación de los usos del suelo en los Ćŗltimos 100-200 aƱos. TambiĆ©n ha contribuido la alteración del ciclo del nitrógeno y de otros nutrientes por la actividad humana. Los fertilizantes agrĆcolas acaban en rĆos y lagos debido a la escorrentĆa y la erosión del suelo, causando la proliferación de plantas acuĆ”ticas, que cuando se descomponen aumentan el carbono enterrado en los lagos.
En el contexto del ciclo de carbono moderno, el almacenamiento de carbono en lagos es un sumidero que compensa las emisiones de CO2 antropogĆ©nicas. Su aumento estĆ” relacionado con cambios en los usos del suelo y el uso de nutrientes. El profesor Anderson espera continuar estudiando el almacenamiento en lagos del Ćrtico, que puede aumentar rĆ”pidamente en el futuro como consecuencia del deshielo del permafrost; la importancia radica en que gran parte del carbono orgĆ”nico del planeta estĆ” almacenado en el Ćrtico.
Fuente: iagua
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