El Estado, escenarios de eficiencia y eficacia en tiempos de crisis
Como afirma Hintze y otros, “los aparatos institucionales públicos se articulan mediante múltiples mecanismos, que los convierten en redes en lugar de instituciones independientes”. En este sentido se distinguen dos tipos de redes, que dependen de la necesidad mediata o inmediata de resultados.
Por Rubén Darío Giampaoletti
Como afirma Hintze y otros, “los aparatos institucionales públicos se articulan mediante múltiples mecanismos, que los convierten en redes en lugar de instituciones independientes”. En este sentido se distinguen dos tipos de redes, que dependen de la necesidad mediata o inmediata de resultados:
aquellas que se conforman por motivo de algún evento extraordinario (crisis, pandemia, etc.), y las otras que se conciben y que permiten mantener cohesión organizativa y administrativa al aparato.
En tanto generación de crisis, supone la intervención de diversos actores, tanto públicos como privados; en sintonía con la necesidad de generar acuerdos y consensos que permitan alcanzar soluciones en el corto plazo.
Por otra parte, los sistemas transversales son los que garantizan el funcionamiento en tiempos estables.
En este escenario descripto debemos tratar de encauzar la problemática que nos convoca permanentemente en cuanto a los resultados que la sociedad necesita, y los interrogantes que surgen en cuanto a la flexibilidad o no, que deben poseer estos sistemas transversales para el logro de los objetivos, especialmente en tiempo de crisis.
La crisis puede definirse como una “situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o un proceso”. En consecuencia se necesita articular y poner a disposición todos los elementos y acciones que permitan dar solución a sus efectos, y concluir con el elemento desencadenante, y en el mejor de los casos, restablecer las condiciones iniciales.
En efecto, el interrogante descripto nos lleva necesariamente a plantear la eficacia y eficiencia de las actividades que desarrolla la administración pública. La crisis no supone colocar en modo pausa a los sistemas transversales, por el contrario siguen conviviendo con la nueva realidad aumentada, con los acuerdos multisectoriales, la necesidad de brindar soluciones inmediatas, ahora. Justamente admite la convivencia, al mismo tiempo, de dos “administraciones”.
La pregunta entonces esbozada acerca de la flexibilidad o no en tiempo de crisis para la toma de decisiones desde el Estado, que justamente necesita celeridad y por otra parte requiere adecuarse a los controles necesarios, parece adquirir la categoría de un dilema de difícil de situación.
Por ello menciono además la necesidad de plantear la eficacia y eficiencia de los actos de la administración. Supone que en tiempos de quietud se articulen y se diseñen estrategias y acciones que nos permitan afrontar estos escenarios de excepción. Así, el factor de anticipación constituye el elemento central que permite planificar y ensayar alternativas para esos escenarios, y que otorgan celeridad a decisiones inmediatas para problemáticas sensibles.
También se debe pensar en la necesaria modernización de los aparatos institucionales públicos que permitan mejorar su performance en todo momento. Esta nueva realidad debe propender a trabajar en las diversas articulaciones que se desarrollan y se reproducen en el seno de los sistemas transversales que lo componen.
Es decir, si podemos obtener mayor eficiencia y eficacia en la concreción y desarrollo de valor público, no debe limitarse sólo a momentos de crisis, sino que debe extenderse y aplicar en el tiempo.
Finalmente afirmar que analizar los sistemas transversales desde la adquisición de flexibilidad para la toma de decisiones no presume, necesariamente, que se vuelvan discrecionales y poco transparentes. Por ello postulo la necesidad de planificar estratégicamente, en función de escenarios que muy probablemente en el futuro, pueden repetirse e intensificarse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario